Esta receta es ideal para los amantes del picante y para los que no son vegetarianos. Sus sabores son extraordinarios. Y en el caso de que no os guste el picante suprimís la guindilla, reducís la cantidad de ajo y tenéis una estupenda salsa para pasta. Para hacerla:

1. Empezamos calentando el aceite en una sartén y añadimos las guindillas (o no) y el ajo en láminas. A partir de ahora siempre el fuego bajo. Las guindillas dejarán el gustillo picante al aceite, podéis retirarlas o no.

2. Cuando el ajo esté empezando a dorarse añadimos la cebolla cortada a daditos (brunoisse) o rallada, la pochamos bien.

3. Añadimos el pimiento también cortado a dados pequeñitos.

4. Por último se añade el tomate. Podéis añadirlo rallado o a dados(sin piel en ambos casos) dependiendo de la textura que queráis que tenga.

5. Por otra parte en este momento empezaremos a calentar el agua y hervir la pasta.

6. Siguiendo con la salsa la salpimentamos al gusto y empezamos a añadir las especias (pueden ser frescas o secas). Son el punto fuerte de la receta y os animo a que seáis generosos con ellas. Albahaca, orégano y perejil, ya veréis que olor tan fantástico.

7. Lo dejamos cocer hasta que la salsa (y observando el tomate) adquiera un color anaranjado.

8. Cuando la salsa esté lista y la pasta también, añadimos la pasta a la sartén, removemos para que se impregne bien de salsa y ya estarán listos.

*La pasta puede ser la que se desee y puede ser sin gluten.*

Si te ha gustado esta receta de macarrones con crema de amaranto y espinacas, recuerda que en nuestro blog tienes una sección de recetas de pastas veganas.