La levadura nutricional, el mejor arma contra el déficit alimentario, esa enorme losa contra la que el veganismo, por rechazar por motivos éticos los productos de origen animal, lucha constantemente. Cualquier persona, sea cual sea la alimentación que adopte o siga, puede presentar carencias de cualquier tipo, pero la ciencia avanza y en la mayoría de los casos lo hace para ayudar.

En el caso de hoy, desde Vegaffinity queremos hablaros de un suplemento esencial por dos aspectos, y ambos vitales para apostar por su consumo: su valor nutricional, y su increíble sabor. La levadura nutricional cumple de forma excelente con estos requerimientos, brindándonos un aporte seguro de vitaminas, proteínas, carbohidratos y minerales tan necesarios como la vida misma.

Para los más escépticos, primeramente advertir que no es lo mismo este tipo de levadura que la levadura de cerveza común, también muy saludable y recomendable. Pero el aporte nutricional en uno y otro caso es totalmente distinto. La levadura nutricional se obtiene a partir de un cultivo de cebada germinada, que posteriormente es secada a menos de 60^o (conservando la mayor parte de sus nutrientes). Esta levadura incluye todo el espectro de vitaminas del grupo B, incluyendo la VITAMINA B12; algunos minerales esenciales, como el hierro, el selenio y el magnesio, etc.; algunos aminoácidos y enzimas en cantidad considerable.

Y, como es obvio, tanto aporte tiene que desembocar en ayudas para nuestro organismo. Es perfecta para afrontar problemas digestivos, ya que facilita ese tipo de procesos tras las comidas y contribuye al equilibrio de la flora intestinal. Evita el estreñimiento. Por supuesto, al contener un importante valor en hierro, es un elemento esencial en la lucha contra la anemia. Y también, por otra parte, favorece situaciones de irregularidades de tipo dérmico. Por último, actúa con un poderoso efecto potenciador de la absorción a nivel intestinal de vitaminas y minerales.

Para disfrutar de sus aportes, y gozar de sus múltiples propiedades, puedes echar un vistazo al levadura nutricional fortificada con B12 que desde nuestra tienda online os proporcionamos.

Los aportes de la levadura nutricional

Y a continuación, el valor nutricional de esta joya de la suplementación alimenticia.

• Alto contenido en proteínas. 51 gramos de proteínas por 100 gramos de levadura. Proteínas, a su vez, de muy fácil asimilación, que como bien decíamos contribuye a la facilidad de las digestiones y de ese tipo de procesos intestinales.
• Alto contenido en vitaminas del grupo B.Tiamina, Riboflavina, Niacina, Ácido Pantoténico, Ácido Fólico, Biotina, Piridoxina, Biotina y Cobalamina y Vitamina B12. En el caso de esta última, el principal hándicap para los que adoptamos el veganismo, la levadura nutricional no contiene B12 en sí misma, como es obvio, pero se enriquece con ella. Por tanto, justificamos así que nos volquemos encarecidamente en recomendar el uso de esta levadura nutricional.                                                  Estos son los valores de estos nutrientes por cada 100 gramos: Vitamina B1: 45 mg; Vitamina B2: 18 mg; Vitamina B3: 341 mg; Vitamina B5: 140 mg; Vitamina B8: 196 mcg; Vitamina B9: 4400 mcg; Vitamina B12: 44 mcg.

• Alto contenido en minerales y oligoelementos.Algunos de esos aportes en nutrientes esenciales son, calcio: 95 mg; Hierro: 5 mg; Zinc: 120 mg; Magnesio: 129 mg.
• Bajo contenido en sodio.Su bajo contenido en sodio, de 70 mg por cada 100 gramos, le convierten en un excelente sustituto de la sal, por lo que es muy utilizada en las dietas con restricción de sodio, como en casos de hipertensión arterial.

¿Y de sabor?

La levadura nutricional no es tan amarga como la levadura de cerveza. De hecho, tal y como se comenta en el apartado anterior, se convierte en un excelente sustituto de la sal al ofrecer un punto de sabor salado.

De hecho, muchos consumidores asemejan el sabor de la levadura nutricional al de un potenciador del sabor como el glutamato monosódico, ese quinto sabor conocido como umami y que se encuentra en múltiples formatos dentro de lo que consideramos actualmente comida basura. No obstante, la comparación entre esta levadura y el glutamato es cuanto menos inviable, ya que el glutamato está creado para enganchar y crear adicción a la hora de consumir ciertos productos preparados. La levadura nutricional, en su caso, es un mero condimento que no provoca ese tipo de comportamientos a la hora de comer.

También los hay que, a menudo, lo comparan con el sabor del queso curado y de frutos secos como las nueces. Lo cierto es que el sabor de esta levadura es agradable, y en combinación con algunos alimentos sí puede recordar al queso. Por esos motivos, es un ingrediente muy utilizado por veganos para hacer sucedáneos del producto lácteo o condimentos como el rawmesan, una versión crudivegana del queso parmesano perfecta para platos de pasta, salsas pesto...

Recetas en las que incorporar la levadura nutricional

Tostadas de tomate y aguacate aderezadas con levadura nutricional y nueces

Y ya que enlazábamos a una receta en el párrafo anterior, vamos a ponernos el traje de faena en la cocina. Lo bueno de la levadura nutricional en polvo es que se puede agregar en todo tipo de preparaciones, como jugos, licuados, ensaladas y comidas variadas.

Primeramente, aquí tenéis el aderezo más sabroso para una ensalada:

• 2 cucharadas de copos de levadura nutricional
• 1 cucharada de jugo de limón
• 2 cucharadas de aceite de oliva
• 2 cucharadas de vinagre de manzana
• 1 cucharada de sirope de arce
• Una pizca de sal y pimienta

Ahora, un aperitivo saludable. Chips de col rizada o kale verde:

• Un manojo de col rizada
• 2 cucharadas de levadura nutricional
• 1 cucharada de aceite de oliva
• 1 cucharadita de jarabe de arce para endulzar (opcional)
• Una pizca de sal y pimienta

Eliminar los tallos de la col rizada. Lava y deja que la kale se seque, trocéala y colócala en un molde para hornear. Mézclala con todos los ingredientes en un tazón. Cuanto mejor incorporada esté la mezcla, un sabor mejor y potente. Añade una pizca de sal y pimienta. Hornear a máxima potencia entre 10 y 15 minutos, o hasta que las hojas de la col estén tostadas. ¡Como unas chips!

Y por último, un rápido y sencillo queso vegetal, que sabemos que os encantan.

Mezcla semillas de girasol, lino o sésamo con germen de trigo, algas marinas, salvado de avena, levadura nutricional y una minúscula pizca de sal (preferentemente sal marina). El resultado es un excelente condimento que puede ser adicionado en todo tipo de comidas.